Crítica social

Víctor J. Maicas estrena el I encuentro literario en Morella

El escritor castellonense Víctor J. Maicas ha sido uno de los participantes, junto con otros autores de la editorial Éride ediciones, del I Encuentro literario que se ha celebrado esta mañana en el centro cultural de La Casa Ciurana de Morella, coincidiendo con la feria del libro de la capital de Els Ports. En la presentación la concejala de Cultura, María Rallo, ha agradecido a los escritores el impulso que han dado a esta iniciativa, a la vez que ha destacado la importancia de acoger este encuentro en Morella.

Además de presentar sus tres obras (‘La playa de Rebeca’, ‘La República dependiente de Mavisaj’ y ‘Año 2112. El mundo de Godal’), Maicas ha formado parte de la charla-coloquio sobre ‘La novela comprometida y de crítica social en la actualidad’. Cabe destacar la implicación del público que ha participado activamente en el debate planteando numerosas cuestiones a los escritores. La jornada ha terminado con la firma de libros de los autores Mª Carmen Aranda, Julio García Robles, Víctor J. Maicas, Fernando Pérez Sanjuán, Enrique Reyes, Jordi Siracusa y David Sáez en los bajos del Ayuntamiento.

CURRICULUM DE VÍCTOR J. MAICAS

Viajero incansable nacido en la ciudad de Castellón, Víctor J. Maicas ve publicada su primera novela, ‘La playa de Rebeca’, en noviembre de 2007. Un año después publica su segunda obra con el título de ‘La República dependiente de Mavisaj’ y, justo un año después, sale al mercado su tercer trabajo, ‘Año 2112. El mundo de Godal’, cuyo denominador común con respecto a sus anteriores novelas es, además de un cierto aire de suspense, ese espíritu crítico e inconformista que su autor plasma de una forma clara y precisa. Además de estas novelas Maicas ha escrito artículos para diferentes medios de comunicación tanto en prensa escrita como en foros digitales. En la actualidad Maicas ya trabaja perfilando su cuarto libro. Su talante solidario le ha llevado a colaborar con ONG como Medicus Mundi, ACSUD-Las Segovias o Manos Unidas.

Huella digital

El fotógrafo Bocángelus presenta su serie en Castalia Iuris

La sala de exposiciones de la Asociación Cultural Castalia Iuris de Castellón acoge la exposición ‘Huellas’ del fotógrafo madrileño Enrique González, Bocángelus. Desde una óptica muy personal e introspectiva, casi filosófica, el artista denuncia la deshumanización de la actual sociedad tecnificada, buscando sacudir al espectador más sensible para que hurgue en su interior y descubra su propia huella. La exposición podrá visitarse hasta el próximo 9 de mayo. El horario de visitas de la Asociación Cultural Castalia Iuris de Castellón es de lunes a jueves de 9.00 a 14.30 y de 16.30 a 19.00 horas. Los viernes solo mañana.Castalia Iuris brinda así a los castellonenses una de las últimas oportunidades que habrá para poder disfrutar de estas 20 instantáneas de la serie ‘Sueño’, primera parte de una trilogía que cerrarán ‘Despertar’ y ‘Vigilia’. Todas las fotografías están acompañadas de textos en primera persona de una intensidad y una lucidez tal que ponen de manifiesto el espíritu reflexivo y crítico de su autor. Como único elemento que se repite una silla, metáfora de las debilidades e inseguridades del ser humano.

Sus fotografías no tienen montaje alguno. Bocángelus huye de los artificios de las nuevas tecnologías porque según este fotógrafo la imagen “pierde naturalidad y potencia en el mensaje”. A cambio, Bocángelus propone al público una composición cuidada de paisajes rurales, celajes de gran belleza y una presencia destacada del mundo animal. Pretendidamente el fotógrafo ningunea cualquier escenario urbano o presencia humana. “En estos momentos estoy disgustado con la civilización por su exacerbado y ciego amor por la tecnología y la ciencia. Nos estamos dejando conquistar por lo material y lo que yo reclamo es una vuelta a la esencia, a lo que de verdad importa. Mi arte refleja mi estado interior”.

Tras 20 años trabajando para la banca Bocángelus ha decidido dedicarse profesionalmente a la fotografía. Desde su estudio en Benicàssim, este madrileño intenta cada mañana disfrutar de un amanecer escuchando el silencio, un compañero exiliado hace mucho de la capital. Con su trabajo le pide al espectador que, como mínimo, se emocione.

Pasión por la pintura

Raquel Pons muestra sus rincones en Obturados

La Asociación Cultural Amart sigue animando a sus miembros a formar parte de la escena cultural de Castellón. En esta ocasión es el turno de Raquel Pons que organiza su primera exposición individual en el Estudio Gráfico y sala de exposiciones Obturados de Castellón (Alloza, 76). Aficionada a la pintura desde hace más de una década y formada al amparo de academias de dibujo y pintura de la capital de La Plana, Pons se lanza en solitario con una muestra de paisajes serenos e intimistas. La exposición permanecerá abierta hasta el 17 de mayo.

Raquel Pons Arnau nació en Valderrobres (Teruel) en el seno de una familia de agricultores y hace 37 años fijó su residencia en Castellón. Aunque desarrolla una labor profesional alejada del mundo del arte su inclinación por la pintura acabó floreciendo hace unos diez años. Aprendió a pintar copiando cuadros de Pesudo y Alacreu, y desde hace más de cinco años, -que acude puntual a la academia del pintor Santi Tena-, busca su camino a través del paisaje y el retrato. Sus escenarios son lugares próximos a la autora, pero también espacios que encuentra atrayentes en revistas y demás. Tanto unos como otros desprenden una sensación compartida de tranquilidad y serenidad que trasladan a Pons a sus recuerdos de infancia, al campo y a su querida masía. “Siempre he sido muy observadora, y podía pasarme horas con cualquier detalle de la naturaleza, meditando, leyendo un libro o mirando las estrellas”, recuerda la pintora. Ese sentimiento tan personal e íntimo hace que la autora pinte más para ella que para el público. Sus detalles son desde una bicicleta aparentemente olvidada por su dueño hasta una tetera, una silla junto al fuego, una muñeca, un tren de juguete, una barca o un simple riachuelo que discurre caprichoso entre flores. Pons recurre al acrílico para representar estos espacios de sosiego desde una figuración salpicada de texturas. Su actual maestro, Santi Tena, dice de ella: “Raquel es una pintora detallista diría yo, o sea, realista. Sus años de experiencia y su perseverancia le llevan a reflejar hasta el más mínimo detalle en sus obras. Sus últimas pinturas enfocan a pequeños rincones de la naturaleza que cautivarán al espectador por su gran belleza”.

Compromiso social

Exposición de Raca en la Galería Real

La galería Real de Castellón acoge la exposición que dedica al polifacético artista Luís Francisco Bravo, más conocido como ‘Raca’. Los últimos trabajos de este madrileño afincado en Vilafamés (Castellón) se inspiran directamente en la crisis del ladrillo para elaborar un alegato a favor del arte urbano, el compromiso social y la libertad artística. La exposición podrá visitarse hasta el próximo martes 24 de abril. El horario de visitas de la Galería Real es de 10.00 a 13.30 y de 17.00 a 20.00 horas. Los viernes y sábados de 10.00 a 13.30 y de 17.30 a 21.00.

Madrileño de cuna, Luís Francisco procede de una familia de restauradores. Como séptima generación de un linaje de expertos artesanos, Raca trabajó desde su juventud para devolver el lustre a los bienes muebles e inmuebles del rico patrimonio español, especialmente de las piezas renacentistas del siglo XVI. A finales de la década de los 70 Raca da un giro a su trabajo y se instala en tierras levantinas como maestro fallero y, más tarde, gaiatero. Su labor artística se compagina con la de la publicidad y el diseño y muestra de ello son, por ejemplo, la decoración de la mayoría de locales de ocio de la plaza de los Dolores en Benicàssim.

La galería Real es testigo de la tercera exposición individual de este creador, después de Madrid (1978) y Palma de Mallorca (1995). Aunque trabaja el motivo del ladrillo desde hace más de 20 años, Raca ha querido convertirlo en tema central de esta exposición coincidiendo con la coyuntura económica de crisis que afecta al país. “Igual que un poeta expresa con palabras su poesía; o nuestros antepasados pintaban en las cavernas; en los muros de nuestra crisis, quiero dejar plasmado imágenes de nuestra sociedad actual. Ya que el ladrillo es parte de la crisis”, declara Raca. Sobre este punto de partida ideológico el pintor levanta con collage y técnicas mixtas, e incluso graffitis, sus muros de ladrillo. Estas paredes bastas con el hormigón mal disimulado se pueblan de animales (mariposas, pájaros, etc.) u objetos de la cotidianeidad como un bocadillo, un cigarro encendido o una lata de refresco. Incluso uno de los muros aparece perforado dejando entrever un paisaje limpio de un celaje grato y generoso que denota el optimismo y la esperanza en un futuro mejor.