Meduse versus Falomir

Agustín Falomir expone sus últimos trabajos en el restaurante Meduse del Grau de Castellón
La exposición incluye sus dos facetas, el óleo y la obra de diseño gráfico

El artista Agustín Falomir (Castellón, 1971) cuelga desde el pasado martes 24 sus últimos trabajos en las paredes del restaurante Meduse (paseo Buenavista, 31) del Grau de Castellón. Desde que en el año 2001 Falomir conociera el mundo del teatro como amateur sus inquietudes artísticas han aflorado de una manera desbordante. Formado en el diseño gráfico y autodidacta de la pintura, Falomir presenta sus dos facetas artísticas. Por un lado trabajos sobre óleo que denotan la influencia de sus enseñanzas junto a Tere Colomé y Armando Pons y, por el otro lado, un corpus de obra de diseño gráfico sobre papel pluma y sobre lienzo.
Con los pinceles Falomir se siente atraído por los temas urbanos, casi underground en algunas ocasiones, y siempre con la presencia del ser humano o en su defecto por el paisaje construido por su mano. Esa estética underground de los 80 convive con las influencias más suavizadas de la cartelería propia de la bohemia parisina de principios del siglo XX. Una pincelada de trazo rápido e impreciso y una paleta de colores arriesgada con una presencia abusiva de los amarillos y de tonos más estridentes son algunas de las características de su pintura. “Tengo una necesidad de expresarme a través de la pintura. Lo que el espectador ve son vivencias, es mi propio interior. Cuando estoy pintando todo sigue su curso. Pinto muy rápido y casi improvisando”, reconoce el artista.
Asimismo, Falomir es un creador que trabaja en lo que se ha venido a bautizar como ‘arte de los nuevos medios’, es decir, proyectos que se valen de las tecnologías de los medios de comunicación emergentes y exploran las posibilidades culturales, políticas y estéticas de tales herramientas (Mark Tribe/Reena Jana). El artista de La Plana emplea estos instrumentos para conjugar a capricho formas más o menos reconocibles donde los límites entre el dibujo, la fotografía y el diseño por ordenador son cada vez más débiles.
La muestra del artista castellonense Agustín Falomir podrá visitarse hasta el próximo jueves 23 de septiembre.

Ana Rubio despide la temporada

La galería Ana Rubio de Oropesa presenta esta noche una exposición con Luís de la Fuente, Macías y Llestín


La galería de arte Ana Rubio de Oropesa del Mar (calle Doctor Alemany), ubicada en el corazón del casco antiguo de este municipio costero, inaugura hoy sábado 14 de agosto una exposición con tres artistas de docta formación y reconocido prestigio: Luís de la Fuente, J. L. Macías y Ana Mª Llestín. La inauguración tendrá lugar a las 20.00 horas.
Ana Rubio ha logrado sacar de su encierro voluntario al madrileño Luís de la Fuente que, desde hace varios años, reside en la tranquila localidad castellonense de Artana. Después de vivir varios años en la capital de La Plana y de formar a muchos artistas, Luís de la Fuente buscó el recogimiento y la quietud en este municipio de interior. “Necesito una relación muy intensa con lo que pinto”, explica el artista. En la sala oropesina se puede contemplar seis trabajos de este maestro del dibujo procedentes de su colección particular y que se encuadran en distintas épocas de su trayectoria. Formado en Bellas Artes en San Fernando de Madrid y con premio extraordinario por sus evidentes dotes como dibujante, Luís de la Fuente afirma que su verdadera escuela han sido “estos 40 años trabajando”. Sus temáticas obsesivas son el bodegón y la figura femenina, por ese preciosismo del primero y el recogimiento y lo íntimo del segundo. En ambos asuntos planea una sensación de reposo que sobrecoge al espectador. “Quiero que mi obra produzca silencio, por la pura belleza”, comenta.
José Luís Macías nació en Andujar (Jaén) en 1953, pero en la actualidad echa raíces en la ciudad de Valencia. Su formación también tuvo lugar en la capital del Túria, concretamente en Bellas Artes de San Carlos. Su obra es muy heterogénea por la variedad de temas. Para Oropesa Macías ha realizado un homenaje al bellísimo libro de Juan Ramón Jiménez ‘Platero y yo’, un grupo de obras sobre el mar y otra selección dedicada a las máscaras y el carnaval. “Mi obra es realista pero siempre tamizada por la mirada propia que tiene el artista”, señala Macías. Pescadores faenando, arlequines y un delicado burrillo trotón, pequeño, peludo y suave, que se diría todo de algodón son las figuras que ha elegido el artista andaluz para la muestra. “Toda obra es una ventana al exterior. En esta ocasión no he pretendido aportar ningún mensaje, más allá de la contemplación”, comenta.
Reside en Valencia, pero cada vez que puede Ana María Llestín se refugia en su Almedijar natal en busca de naturaleza y reposo. Llestín estudió Bellas Artes en la Politécnica de Valencia, y no contenta con ello preparó un Doctorado. La obra que podremos ver en Ana Rubio se encuadra en la serie ‘Viaje de las emociones’ donde Llestín narra el viaje de la vida a la vez que canta a la naturaleza y a la mujer. La luna preside muchos de estos cuadros como protectora de la diosa, una figura femenina semidesnuda de aspecto frágil que aparece en cada trabajo. La composición y el estudio de las texturas son dos aspectos técnicos que Llestín cuida con mimo pero sin olvidar el concepto. “Siempre tienes que transmitir algo. La praxis y el concepto van unidos”, afirma rotunda esta artista. Es así como logra una obra elegante y extremadamente sensible. “Utilizo colores terciarios, tonos con matices porque el color siempre tiene que ir de acuerdo con el concepto, pues es aquello que le otorga verdad”, asegura.
La exposición permanecerá abierta hasta el próximo domingo 5 de septiembre. El horario de visitas de la galería Ana Rubio es de 19.00 a 22.00 horas de lunes a domingo.

La artista María Olmeda expone su ‘Canto de sirenas’ en el castillo de Peñíscola
La muestra coincide con el XV Festival de Música Antigua y Barroca

La pintora madrileña María Olmeda presenta mañana lunes 2 de agosto su último proyecto expositivo, ‘Canto de sirenas’, en las salas del Cuerpo de guardia del castillo de Peñíscola. En un marco incomparable como es el histórico monumento que acogió al Papa Luna y con el XV Festival de Música Antigua y Barroca de Peñíscola como telón de fondo, Olmeda ha encontrado la inspiración para esta muestra.
Uno de los temas más recurrentes en la trayectoria de Olmeda siempre ha sido las profundidades marinas, un asunto que está ligado indisolublemente al municipio de Peñíscola. La coincidencia con el festival de música planteó a Olmeda la necesidad de ligar ambos conceptos en la fábula clásica de las sirenas y su canto que atraía a los marineros que surcaban el Mediterráneo, cuna de estas quimeras.
Las sirenas de Olmeda adquieren corporeidad a través de modelos reales de personas del entorno de la artista. La introducción del género del retrato en este proyecto es una consecución lógica tras el éxito cosechado en la muestra que la artista presentó hace algunos meses en la capital de La Plana. “Quiero plantear algo que no existe, como son las sirenas, pero que podría ser real. Ahora mismo estamos necesitados de inventar una nueva dimensión, como un mundo paralelo, a través de la imaginación”, explica la artista. Esa es la razón por la que la pintora juega con sus personajes, alterando facciones, proporciones o añadiendo elementos donde no los hay en un juego de seducción. “¿Porqué no van a ser estas mujeres diosas y sirenas?”, plantea la pintora.
La figura humana, -ya sea de mujer, hombre o infantes-, está concebida con un tratamiento clásico. Dibujos de estudio donde abundan los desnudos entre un mar de pececillos y salpicaduras con el sello de Olmeda. Fábulas dibujadas con sirenas como la bella “Cibeles marina” y encadenados bucean por este océano de color. Conscientemente, Olmeda combina estos trabajos donde predomina el dibujo con paneles abstractos en los que la mancha de color y el blanco son los únicos habitantes. El horror vacui de otros tiempos ha dado paso a un interés por el espacio blanco que promete dar mucho más juego.

Todas las obras expuestas tienen la particularidad de poder dividirse o multiplicarse a capricho. Dípticos, trípticos que combinan entre sí retando al espectador continuamente. En esta ocasión Olmeda ha acudido al acrílico sobre lienzo, sin abandonar la técnica mixta en algunas piezas.
La exposición ‘Canto de sirenas’ de la artista María Olmeda permanecerá abierta hasta el próximo lunes 16 de agosto. El horario de visitas del castillo de Peñíscola es de 9.30 a 21.30 horas de lunes a domingo.